



Una rosa amarilla intenta nacer, pensando que todo está de color amarillo para recibirla. No se da cuenta de que no tiene nada que ver con ella, de que a los de su especie les han salido arrugas y han muerto o van muriendo. Ha nacido en la época que no le corresponde.
Los colores del Otoño no son como los de la rosa, ya han brillado en otra época y ahora se ven más apagados pero también hermosos. Sólo tiene uno que asomarse por la ventana adecuada para poder admirarlos.
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