sábado, 22 de enero de 2011


Mensaje simple de captar, y con difícil contenido. Cuanto más se desarrolla el ser humano, más perjudica a la naturaleza. Cuanto más tenemos más queremos. Dinero, prestigio, ganar. Orgullo. Tratamos de superar nuestras carencias a través del consumo de productos que no necesitamos, y que consiguen satisfacernos durante cinco minutos. Después nos damos cuenta de que seguimos siendo los mismos, con muchas cosas que ni tenemos donde guardar, ni sabemos para qué utilizar.

Cuando mi abuela era joven remendaba los calcetines y las medias. Conocía a los vendedores que le vendían alimentos frescos y sabía que se podía fiar de ellos. Se trabajaba y se hacían bien las cosas, por principios, por respeto al cliente, por mantener su confianza. Hoy, tengo que aguantar malos modos de los dependientes de las tiendas que venden ropa a bajo precio (porque claro, desde que existe Zara no existe diferencia de clases, al menos aparentemente). Lleno mi armario de trapos que mandaré al tercer mundo en menos de un año. Madrugo cada día y me meto en un metro abarrotado de gente que va a hacer lo mismo que yo. Y no me atrevo a salir de la corriente que me lleva, porque la vida es así, porque es lo que debo hacer.

El mundo es una persona inteligente, de vuelta de todo, que no necesita exaltarse ni perder los nervios. Poco a poco va demostrando que no está contento, y un día, sin poder dar marcha atrás, nos dirá "os lo advertí". Entonces nos daremos cuenta de golpe y porrazo. Y no habrá nada que podamos consumir que nos pueda calmar, ni durante cinco minutos.

domingo, 16 de enero de 2011

Ha salido el sol,


hemos tirado la casa por la ventana


y nos hemos sentado en el patio con las vecinas

(a ver a la gente pasar)


y a escuchar discos Varios.


domingo, 9 de enero de 2011

domingo, 2 de enero de 2011







Gracias a los obstáculos que nos han ayudado a crear cosas para saltarlos.

Feliz 2011 perlas.