miércoles, 15 de septiembre de 2010

There is a light that never goes out
There is a light that never goes out
There is a light that never goes out
There is a light that never goes out

martes, 14 de septiembre de 2010

Además de cuestiones de diseño que la bici pop blogspot quiere solventar, hay una declaración que le gustaría hacer y dejar por escrito. Es una declaración de principios en la que la bici pop va a describir lo que fue, es y será.

La bici pop es negra. Fue adquirida en el mercado legal, aunque la factura fuera un dudoso papelillo de color amarillo del que solo se entendían los números. El resto lo entendían los seres rubios y muy altos que parecían enfadados al hablar y pronunciaban mucho la jota. Así fue como la bici salió de un sótano y abandonó a las de su especie para convertirse en la bici pop que hoy todos conocemos. Y así fue como la bici pop volvió a pedalear. Anteriormente pedaleó, pero solo era una bici más. En su segunda vida la bici pop hizo la mar de cosas.

Desde el primer momento cumplió con su labor, básicamente acarrear una vida humana de un lado para otro, con todo lo que eso conlleva. Siempre llegaba una puntual a las citas sentada en ella, y aunque en las cuestas arriba era un poco vaga, en general era fácil de montar. No tuvo problema en llevar encima más de una vida, y lo hizo en varias ocasiones, siempre que fue necesario y siempre que pudo, respondiendo tal y como se esperaba de ella. Además la bici pop no requería de adornos ni artilugios que no hacen otra cosa si no horterizar a las demás. Solo una vez llevó un banderín amarillo que le regaló su mejor amiga la bici azul, porque ella llevaba otro igual y porque había bebido de más. Bajo lluvia, nieve o sol fue una bici de auténtica personalidad que la mayoría del tiempo desafiaba la legalidad viajando sin luces cuando a las 5 era noche cerrada. Y nunca fue multada. Tampoco nunca dió ningún problema, fue leal a su dueña hasta el final, y solo en los últimos tiempos de su existencia, cuando ya nadie la iba a usar, empezó a tener achaques. Sus ruedas se empezaron a desinflar. Su sillín de pasajero desapareció. El pito dejó de pitar. La pata de cabra se rompió ¿Era una huelga general? Parecía que la bici pop entendía que su momento había llegado, y prefería retirarse a tiempo antes que ser abandonada. Cuando el momento llegó, ella se quedó en frente de casa. No dijo nada, no rechistó. El candado que había estado con ella desde el principio la acompañó, cerrado, protegiéndola aunque estuviera coja y no se fuera a escapar.

Ahora la bici pop quiere ser escribidora. Pedalea hacia adelante como siempre ha hecho. Muchas veces duda, es insegura. Está abierta a todo tipo de críticas, y a veces pedalea tan rápido que se choca y se cae. Pero la bici pop es de hierro. Se levanta sin hacer ruido y continua pedaleando, como está mandado. Sigue yendo sin luces, y continua sin ser multada.

Y así piensa continuar.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La bici es pop


Y le gusta hacerse fotos con teles retro. Y escuchar canciones bonitas.
Su talento era tan natural como el dibujo que forma el polvillo en un ala de mariposa. Hubo un tiempo en que él no se entendía a sí mismo como no se entiende la mariposa, y no se daba cuenta cuando su talento estaba magullado o estropeado. Más tarde tomó conciencia de sus vulneradas alas y de cómo estaban hechas, y aprendió a pensar pero no supo ya volar, poruqe había perdido el amor al vuelo y no sabía hacer más que recordar los tiempos en que volaba sin esfuerzo.

Esto no lo he dicho yo.

Síndromes varios



El síndrome de estudiante sigue afectándome, y eso que dejé los apuntes y libros fotocopiados hace cosa de un año. El síndrome de estudiante puede llegar a durar más de diez años, hay personas que así lo han experimentado en sus propias carnes. Por si no se entiende mucho, el síndrome de estudiante se manifiesta de distintas maneras: mucho sueño durante los meses de verano, incapacidad total de madrugar en julio y agosto; necesidad absoluta de quedarse en la cama algún día de la semana simplemente porque nos da la gana; muchísimo ímpetu los jueves por la noche; salir un lunes porque sí; fines de semana de tres o cuatro días; incluso ganas de cañas a horas tempranas en la mañana. Hay gente que solo experimenta alguno de estos síntomas, otros los viven todos. 
Yo hoy he tenido un síndrome de estudiante cosa mala. Anoche salí, esta mañana casi me tengo que tirar un jarro de agua encima para salir de la cama, y he echado de menos un aperitivo con cañas que ha sido sustituido por café rancio de máquina oficinesca.
 El caso es que este año vengo experimentando un síndrome nuevo que lo he denominado síndrome del hemisferio sur. Es una cosa rara. Quiero meter maletas dentro de maletas para así llevarme una maleta llena de espacio y volver con un cargamento de cosas nuevas. Es un síndrome que vengo arrastrando desde hace un par de años. Se trataba de emigrar hacia lo desconocido, con mucho miedo y un solo billete de avión. El caso es que este septiembre no tengo maletas, ni miedo, ni billete de avión. Va a llegar el frío, el moreno se cae en escamas y todo es demasiado previsible. Por eso creo que es hora de que nos vayamos al hemisferio sur.

miércoles, 8 de septiembre de 2010




Ando demasiado cansada como para ponerme a mirar en nuestros diarios conjuntos para recordar recuerdos recordados anotados y bien guardados. Tampoco son para escribir aquí. Y las descripciones de este Principito las vamos a seguir atrasando. Te mereces tanto todo lo que te está pasando que me da igual echarte de menos una jartá. Perla.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Coloca el dedo en perfecta linea recta con la boca, mientras la otra mano sujeta la pajita con suavidad. Los ojos mirando a su izquierda ¿mintiendo o recordando? Seguramente escuchando. Y sobre todo ajena a lo que está pasando, ajena al retrato. Sin embargo hay dos personas que parecen querer colarse. Seguramente están más enteradas de lo que pasa al rededor. Seguramente les dicen guapa bastantes menos veces que a Marta. Y seguramente se lo creen más. Lo sentimos, esta vez el objetivo se ha centrado en la morena. El resto está borroso.