domingo, 26 de diciembre de 2010

Este adiós no maquilla un hasta luego.
Este nunca no esconde un ojalá.
Estas cenizas no juegan con fuego; este ciego no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo.
Esta letra no la protestaré.
Ahórrate el acuse de recibo; estas vísperas son las de después.

A este ruido tan huérfano de padre, no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir.

Este pez ya no muere por tu boca.
Este loco se va con otra loca.
Estos ojos no lloran más por ti.

viernes, 17 de diciembre de 2010

En esta época del año estamos un poco aparcadas. Pero no nos metemos en el garaje, nada de eso. Cuando nos de la gana nos sacudimos la nieve polvo y empezamos a pedalear. A toda velocidad.

Es curioso como el tiempo nos coloca en un sitio y en otro. Tengo la manía de pensar, de vez en cuando, en lo que estaba haciendo en esas mismas fechas hace un año. Puede que esté a miles de kilómetros, en tiempo y en espacio, y también en sentimientos. Puede que lo que era primordial en aquellos momentos no se acerque ni de lejos a lo que ahora es prioritario. Que las promesas que me hice a mí misma me parezcan utopías para guardar en la cesta de historias que contar a nuestros nietos. Y viviendo ese futuro que en el pasado temes, solo las canciones son capaces de trasladarte en tiempo y espacio a aquel lugar. Con solo cerrar los ojos puedo hasta recordar el olor, el tacto, las sensaciones. Todas las sensaciones. Y trasladarme al infinito. Para que, en unos 3 minutos, todo vuelva a su cauce habitual.

domingo, 21 de noviembre de 2010


 Líneas curvas, puertos de montaña, autopistas y caminos en ciudad que podemos conducir con los ojos cerrados. Algunos vuelcos en el corazón al pasar por encima de algún bache, duras cuestas arriba, para dejarse llevar en una cuesta abajo interminable con una sonrisa y el viento en la cara. Coger velocidad, ser multados por equivocarnos, ir de la mano con al menos una persona. Cruzarnos con coches de todos los colores y las clases. Cantar mientras conducimos. Chocarnos varias veces y enviar algunos partes al seguro. Recibir algún que otro aviso en el buzón de casa, para así, recapacitar, crecer aprendiendo del error, aprender de uno mismo y dar pasos cada vez más grandes. 
Imaginemos un fin, o más bien más de uno. Porque con esta sucesión de acontecimientos es imposible dilucidar cual será el real. A pesar de intentar conducir por una carretera en línea recta, es imposible ver el final. No hay cámara ni ojo humano que sean capaces de captar eso.

domingo, 7 de noviembre de 2010


El día en que todo empieza al revés, porque al derecho es más aburrido, y porque al revés termina saliendo mejor. El día en que como siempre todos llegan tarde. Y al final nos quedamos los de siempre.
Las fotos son un ejemplo de lo que mola cuando mis amigos cogen la cámara. Alexiño.
                              

Cuando éramos unas enanas cantábamos esta canción del mismo modo que 40 años atrás algunas cantaban Twist de ken taktekire la sambel.

lunes, 1 de noviembre de 2010


Una rosa amarilla intenta nacer, pensando que todo está de color amarillo para recibirla. No se da cuenta de que no tiene nada que ver con ella, de que a los de su especie les han salido arrugas y han muerto o van muriendo. Ha nacido en la época que no le corresponde.

viernes, 29 de octubre de 2010

lunes, 18 de octubre de 2010

Nunca nos han gustado las cosas demasiado evidentes, nos parecen algo vulgares y aburridas. Nos gustan las cosas que nos sorprenden, que no nos esperamos. Odiamos todo aquello que tiene que ser demostrado. Más bien no nos gusta nada el que tiene que demostrar algo para hacerse valer. Prepotencia típica del acomplejado. Tener secretos es importante, y la intimidad es uno de los mejores secretos. There are things you should keep to yourself. Porque hay cosas que los demás no necesitamos saber. Pero sobre todo, porque tu no necesitas que los demás sepan ciertas cosas. La felicidad es opuesta a casi todo lo demás en que se hace más grande cuando se comparte. Y la felicidad verdadera no necesita ser demostrada al exterior sin ton ni son. Por eso nos gusta todo aquel que, al guardar cosas para sí mismo, tiene algo interior. Por eso los que necesitan demostrar su falsa felicidad hace ya tiempo que no consiguen engañarnos.

"El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera"
Ernest Hemingway


domingo, 17 de octubre de 2010




Llevábamos unos días un poco grises en la bici pop. Bonitos e interesantes, pero estaba todo un poco gris, no? Hacía mucho sol y los días se aprovechaban, sin embargo el blanco y el negro eran los colores favoritos para vestirnos. No sabemos por qué. Hoy nos vestimos de color otra vez, y damos la espalda a las cosas que nos hacen daño.

domingo, 3 de octubre de 2010

A parte de haberse declarado abiertamente fan de los Smiths, la bici pop pierde los huesos por una serie de cosas. En realidad son tantas que no va a escribir todas.
Amamos los domingos lluviosos tipo hoy que invitan a dormir mucho, mirar por la ventana y ver pelis antiguas. Las pelis en las que sale Jack Lemon. Hitchcock en general y Billy Wilder en particular. Nihilismo, cinismo, sarcasmo y orgasmo como frase. Transparencia como estilo. Alternativismos de verdad, intereses sin alcoholes, sencillez y amistad. Personas que dejan todo, cogen poco y se van a la otra punta del mundo por amor. Tejados a los que escalar, huir, y never be found.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

There is a light that never goes out
There is a light that never goes out
There is a light that never goes out
There is a light that never goes out

martes, 14 de septiembre de 2010

Además de cuestiones de diseño que la bici pop blogspot quiere solventar, hay una declaración que le gustaría hacer y dejar por escrito. Es una declaración de principios en la que la bici pop va a describir lo que fue, es y será.

La bici pop es negra. Fue adquirida en el mercado legal, aunque la factura fuera un dudoso papelillo de color amarillo del que solo se entendían los números. El resto lo entendían los seres rubios y muy altos que parecían enfadados al hablar y pronunciaban mucho la jota. Así fue como la bici salió de un sótano y abandonó a las de su especie para convertirse en la bici pop que hoy todos conocemos. Y así fue como la bici pop volvió a pedalear. Anteriormente pedaleó, pero solo era una bici más. En su segunda vida la bici pop hizo la mar de cosas.

Desde el primer momento cumplió con su labor, básicamente acarrear una vida humana de un lado para otro, con todo lo que eso conlleva. Siempre llegaba una puntual a las citas sentada en ella, y aunque en las cuestas arriba era un poco vaga, en general era fácil de montar. No tuvo problema en llevar encima más de una vida, y lo hizo en varias ocasiones, siempre que fue necesario y siempre que pudo, respondiendo tal y como se esperaba de ella. Además la bici pop no requería de adornos ni artilugios que no hacen otra cosa si no horterizar a las demás. Solo una vez llevó un banderín amarillo que le regaló su mejor amiga la bici azul, porque ella llevaba otro igual y porque había bebido de más. Bajo lluvia, nieve o sol fue una bici de auténtica personalidad que la mayoría del tiempo desafiaba la legalidad viajando sin luces cuando a las 5 era noche cerrada. Y nunca fue multada. Tampoco nunca dió ningún problema, fue leal a su dueña hasta el final, y solo en los últimos tiempos de su existencia, cuando ya nadie la iba a usar, empezó a tener achaques. Sus ruedas se empezaron a desinflar. Su sillín de pasajero desapareció. El pito dejó de pitar. La pata de cabra se rompió ¿Era una huelga general? Parecía que la bici pop entendía que su momento había llegado, y prefería retirarse a tiempo antes que ser abandonada. Cuando el momento llegó, ella se quedó en frente de casa. No dijo nada, no rechistó. El candado que había estado con ella desde el principio la acompañó, cerrado, protegiéndola aunque estuviera coja y no se fuera a escapar.

Ahora la bici pop quiere ser escribidora. Pedalea hacia adelante como siempre ha hecho. Muchas veces duda, es insegura. Está abierta a todo tipo de críticas, y a veces pedalea tan rápido que se choca y se cae. Pero la bici pop es de hierro. Se levanta sin hacer ruido y continua pedaleando, como está mandado. Sigue yendo sin luces, y continua sin ser multada.

Y así piensa continuar.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La bici es pop


Y le gusta hacerse fotos con teles retro. Y escuchar canciones bonitas.
Su talento era tan natural como el dibujo que forma el polvillo en un ala de mariposa. Hubo un tiempo en que él no se entendía a sí mismo como no se entiende la mariposa, y no se daba cuenta cuando su talento estaba magullado o estropeado. Más tarde tomó conciencia de sus vulneradas alas y de cómo estaban hechas, y aprendió a pensar pero no supo ya volar, poruqe había perdido el amor al vuelo y no sabía hacer más que recordar los tiempos en que volaba sin esfuerzo.

Esto no lo he dicho yo.

Síndromes varios



El síndrome de estudiante sigue afectándome, y eso que dejé los apuntes y libros fotocopiados hace cosa de un año. El síndrome de estudiante puede llegar a durar más de diez años, hay personas que así lo han experimentado en sus propias carnes. Por si no se entiende mucho, el síndrome de estudiante se manifiesta de distintas maneras: mucho sueño durante los meses de verano, incapacidad total de madrugar en julio y agosto; necesidad absoluta de quedarse en la cama algún día de la semana simplemente porque nos da la gana; muchísimo ímpetu los jueves por la noche; salir un lunes porque sí; fines de semana de tres o cuatro días; incluso ganas de cañas a horas tempranas en la mañana. Hay gente que solo experimenta alguno de estos síntomas, otros los viven todos. 
Yo hoy he tenido un síndrome de estudiante cosa mala. Anoche salí, esta mañana casi me tengo que tirar un jarro de agua encima para salir de la cama, y he echado de menos un aperitivo con cañas que ha sido sustituido por café rancio de máquina oficinesca.
 El caso es que este año vengo experimentando un síndrome nuevo que lo he denominado síndrome del hemisferio sur. Es una cosa rara. Quiero meter maletas dentro de maletas para así llevarme una maleta llena de espacio y volver con un cargamento de cosas nuevas. Es un síndrome que vengo arrastrando desde hace un par de años. Se trataba de emigrar hacia lo desconocido, con mucho miedo y un solo billete de avión. El caso es que este septiembre no tengo maletas, ni miedo, ni billete de avión. Va a llegar el frío, el moreno se cae en escamas y todo es demasiado previsible. Por eso creo que es hora de que nos vayamos al hemisferio sur.

miércoles, 8 de septiembre de 2010




Ando demasiado cansada como para ponerme a mirar en nuestros diarios conjuntos para recordar recuerdos recordados anotados y bien guardados. Tampoco son para escribir aquí. Y las descripciones de este Principito las vamos a seguir atrasando. Te mereces tanto todo lo que te está pasando que me da igual echarte de menos una jartá. Perla.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Coloca el dedo en perfecta linea recta con la boca, mientras la otra mano sujeta la pajita con suavidad. Los ojos mirando a su izquierda ¿mintiendo o recordando? Seguramente escuchando. Y sobre todo ajena a lo que está pasando, ajena al retrato. Sin embargo hay dos personas que parecen querer colarse. Seguramente están más enteradas de lo que pasa al rededor. Seguramente les dicen guapa bastantes menos veces que a Marta. Y seguramente se lo creen más. Lo sentimos, esta vez el objetivo se ha centrado en la morena. El resto está borroso.

sábado, 7 de agosto de 2010


Y recuerdo bien cuando todavía podía andar contigo a ciegas. Como cuando una situación se convierte en una habitación de la que dominas todos los rincones. Como cuando sabes en qué idioma hablar y qué palabra decir. Y cuando llega el momento de la mudanza, porque siempre llega, lo pasado seguirá estando ahí, controlado. Mientras que lo presente todavía tienes que palparlo, por si acaso, no te vayas a caer.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Tu


Eres lo que tu ves y no enseñas. Eres lo que está en medio entre lo que eres y lo que te gustaría ser. Lo que se queda en la superficie y te hace parecer el rey. Eso que eres es lo que yo, desde hace un tiempo, no paro de ver. Que te conozco, bacalao.

martes, 8 de junio de 2010

Lectura del finde

Un hombre de negocios pasaba sus vacaciones en un pueblo costero. Una mañana advirtió la presencia de un pescador que regresaba con su destartalada barca. “¿Ha tenido buena pesca?”, le preguntó. El pescador, sonriente, le mostró tres piezas: “Sí, ha sido una buena pesca”. El hombre de negocios miró al reloj: “Todavía es temprano. Supongo que volverá a salir, ¿no?”.

Extrañado, el pescador le preguntó: “¿Para qué?”. “Pues porque así tendría más pescado”, respondió el hombre de negocios. “¿Y qué haría con él? ¡No lo necesito! Con estas tres piezas tengo suficiente para alimentar a mi familia”, afirmó el pescador. “Mejor entonces, porque así usted podría revenderlo”. “¿Para qué?”, preguntó el pescador, incrédulo. “Para tener más dinero”. “¿Para qué?”. “Para cambiar su vieja barca por una nueva, mucho más grande y bonita”. “¿Para qué?”. “Para poder pescar mayor cantidad de peces”.

“¿Para qué?”. “Así podría contratar a algunos hombres”. “¿Para qué?”. “Para que pesquen por usted”. “¿Para qué?”. “Para ser rico y poderoso”. El pescador, sin dejar de sonreír, no acababa de entender la mentalidad de aquel hombre. Sin embargo, volvió a preguntarle: “¿Para qué querría yo ser rico y poderoso?”. “Esta es la mejor parte”, asintió el hombre de negocios. “Así podría pasar más tiempo con su familia y descansar cuando quisiera”. El pescador lo miró con una ancha sonrisa y le dijo: “Eso es precisamente lo que voy a hacer ahora mismo”.

jueves, 3 de junio de 2010

Pies

Julia vive una vida dentro de lo normal. Tiene veintitodos, un buen puesto en el departamento de marketing de una conocida multinacional y una animada vida social. Además, vive en un piso de ahora soltera en el centro de Madrid, y digo de ahora soltera porque hubo un tiempo en el que no lo fue. Julia compartía piso, cama, duchas y sofá con Julio. Menuda pareja maravilla de la semántica, decían algunos. Pero Julio se fue, o se fue ella.

El caso es que Julia tiene una manía: observa mucho los pequeños detalles. Cuando hablamos de personas y rasgos físicos Julia pasa de los ojos, la sonrisa o el pelo, Julia se fija en los pies. Obviamente no ha visto nunca los pies de, por ejemplo, su jefe, pero ya los tiene pensados en su cabeza, y así con un montón de personas.

Había una cosa de Julio que Julia no soportaba al principio, y es que los dedos gordos de sus pies eran demasiado grandes y torcidos, muy feos vamos. Además tenía la costumbre de llegar a casa de ella y descalzarse tranquilamente. Pero claro, llegó un momento en el que Julia y Julio se reían de todo eso, y a ella le parecían lo más particular de él, lo que le daba personalidad. Ese fue el momento en el que Julio trasladó al piso de Julia algo más que el cepillo de dientes.

Ahora Julia ve a otros hombres. Ellos también visitan su piso y comparten su cama. Pero ninguno de ellos se quita los zapatos al entrar, y tampoco tienen con qué lavarse los dientes. Además, no tardan demasiado en salir, y Julia no tiene interés en ir más allá.

Julia también ve a un psicólogo. Es una enferma más de la vida moderna. Le cuenta cosas y él intenta archivarla dentro de un catálogo de comportamientos de moda. No sabe si se siente mejor, ni siquiera saca nada en claro. Aunque hay algo que no le permite dejar de ir a hablar con él, y es que Julia sabe que su psicólogo tiene los pies más bonitos del mundo.

viernes, 28 de mayo de 2010



Dos hermanas.
Tres que casi son.
Dos que se hacen pasar.
Y otros dos que van a ser.
La suma me sale cuatro perlas, pero nunca se me han dado bien las matemáticas.

"Vámonos, me dijo... tengo que hablarte de unas perlas ensangrentadas"

viernes, 21 de mayo de 2010

Batu Caves en Kuala Lumpur y el macaco que me robó una coca-cola.
Maldita sociedad consumista

martes, 18 de mayo de 2010


Mi amiga María ha sido y es una compañera de la vida. Hemos compartido casa, cogorzas con resacas, bicicletas, bibliotecas, trabajos y viajes. Incluso una vez se rompió un hueso por compasión conmigo. María tiene dos teorías sobre 'ir mona', y ella es una de esas tías que cada vez que ves te sale un 'qué mona va esta chica siempre'. Una de sus teorías ahora mismo no importa. La otra tiene que ver con ir bien vesitda en el metro.

Te parecerá una tontería, y yo me reí la primera vez que me la contó. Pero piénsalo, cuando viajas cada ciudad tiene su aquel. Sus edificios, sus calles, sus parques y sus museos. Esas cosas de turisteo que en realidad no hace falta ver para conocer. ¿Quién no reconocería ciudades como París, Londres, Nueva York o Sydney? Facilísimo. Eso sí, en cada una de ellas existe una esencia que es más complicada de encontrar. El turista común ni se da cuenta, llega a Ámsterdam, se mete en un coffee y si eso va al Van Gogh. Tampoco viene en las guías de viaje, ni si quiera en las Lonely Planet. Pues bien, según María una parte de la esencia de la ciudad se recoge en el metro, tranvía, tren o monorrail. Es lo que toda ciudad tiene en común y donde el común de los mortales se reúne por un rato. Aquí te fijas en la gente, en sus caras, en sus estilos y si la mente vuela un poco, te imaginas hasta cómo es su vida.

Cuando estuve en Melbourne pasé mucho tiempo viajando en tren. Casi siempre iba sola, con emoción al principio y algo de aburrimiento al final. Después de todo y visto con una perspectiva de meses, esos ratos de soledad fueron geniales. Saqué varias conclusiones de la población australiana, y una de ellas no me gustaba nada. Todo el mundo se dedicaba a jugar con su Blackberry o iPhone mientras viajaba. Nadie miraba por la ventana y pocos leían.

La foto en Flinders St. me hace gracia, porque el señor que aparece en ella al principio me molestaba. Luego J me dijo que quedaba genial. Y ahora creo que me sirve como ejemplo a lo que acabo de explicar.

domingo, 4 de abril de 2010

Fiebre católica


Es la semana del fervor, los católicos se ponen las botas. Festivaleo de creencias, barra libre de emociones. Quien quiera entrada, que porte una cruz.

lunes, 15 de febrero de 2010

Ni te lo esperas




Tampoco te debes agobiar, todo va a llegar. Ayer vi una peli, un hombre soltero, y es lo único que me dijo al final. No hace falta que lo andes buscando, al final va a pasar y llegará. Cuando menos te lo esperes. Mientras tanto, sigue planeando la vida poco a poco, sin abusar.