martes, 14 de septiembre de 2010

Además de cuestiones de diseño que la bici pop blogspot quiere solventar, hay una declaración que le gustaría hacer y dejar por escrito. Es una declaración de principios en la que la bici pop va a describir lo que fue, es y será.

La bici pop es negra. Fue adquirida en el mercado legal, aunque la factura fuera un dudoso papelillo de color amarillo del que solo se entendían los números. El resto lo entendían los seres rubios y muy altos que parecían enfadados al hablar y pronunciaban mucho la jota. Así fue como la bici salió de un sótano y abandonó a las de su especie para convertirse en la bici pop que hoy todos conocemos. Y así fue como la bici pop volvió a pedalear. Anteriormente pedaleó, pero solo era una bici más. En su segunda vida la bici pop hizo la mar de cosas.

Desde el primer momento cumplió con su labor, básicamente acarrear una vida humana de un lado para otro, con todo lo que eso conlleva. Siempre llegaba una puntual a las citas sentada en ella, y aunque en las cuestas arriba era un poco vaga, en general era fácil de montar. No tuvo problema en llevar encima más de una vida, y lo hizo en varias ocasiones, siempre que fue necesario y siempre que pudo, respondiendo tal y como se esperaba de ella. Además la bici pop no requería de adornos ni artilugios que no hacen otra cosa si no horterizar a las demás. Solo una vez llevó un banderín amarillo que le regaló su mejor amiga la bici azul, porque ella llevaba otro igual y porque había bebido de más. Bajo lluvia, nieve o sol fue una bici de auténtica personalidad que la mayoría del tiempo desafiaba la legalidad viajando sin luces cuando a las 5 era noche cerrada. Y nunca fue multada. Tampoco nunca dió ningún problema, fue leal a su dueña hasta el final, y solo en los últimos tiempos de su existencia, cuando ya nadie la iba a usar, empezó a tener achaques. Sus ruedas se empezaron a desinflar. Su sillín de pasajero desapareció. El pito dejó de pitar. La pata de cabra se rompió ¿Era una huelga general? Parecía que la bici pop entendía que su momento había llegado, y prefería retirarse a tiempo antes que ser abandonada. Cuando el momento llegó, ella se quedó en frente de casa. No dijo nada, no rechistó. El candado que había estado con ella desde el principio la acompañó, cerrado, protegiéndola aunque estuviera coja y no se fuera a escapar.

Ahora la bici pop quiere ser escribidora. Pedalea hacia adelante como siempre ha hecho. Muchas veces duda, es insegura. Está abierta a todo tipo de críticas, y a veces pedalea tan rápido que se choca y se cae. Pero la bici pop es de hierro. Se levanta sin hacer ruido y continua pedaleando, como está mandado. Sigue yendo sin luces, y continua sin ser multada.

Y así piensa continuar.

2 comentarios:

  1. Esa bici pop creo yo que es muy debelde, y delincuente.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta esta bicicleta pop y su recorrido. Le espera un viaje largo y algún que otro pinchazo. Aún así, llegará lejos.
    Madre.

    ResponderEliminar