Alguien ha puesto en venta parte de su vida. Trastos que ya no sirven, viejos sillones que soportaron tardes de invierno, lecturas y más de un achuchón. Ese sofá se merece mejor trato, y no ser exhibido de forma tan impúdica en medio de la calle. Una tapicería nueva, algún retoque con barniz y de vuelta a su rincón favorito al lado del ventanal.
Alguien ha puesto en venta parte de su vida. Trastos que ya no sirven, viejos sillones que soportaron tardes de invierno, lecturas y más de un achuchón. Ese sofá se merece mejor trato, y no ser exhibido de forma tan impúdica en medio de
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