lunes, 2 de mayo de 2011

El héroe (I)

MARINA ABRAMOVIC
El héroe

Todas esas cosas que quiere hacer y que no ha hecho están ahora mismo pasando por su mente. Como los créditos al final de una película. En orden de importancia, se suceden con la misma tipografía, color blanco sobre fondo negro. La esperanza del futuro sobre lo oscuro del presente.

Así cada dos por tres. Está harta de sentirlo, en sus baños de espuma con cigarro, en sus largos paseos, en sus cafés a solas y sin libro. El tiempo no pasa tan despacio, y en lo que se consume un cigarrillo sobre el cenicero, han pasado diecisiete ideas por su cabeza. Acción - reacción. Todo es un empezar sin acabar. Millones de libros a medias, solicitudes de cursos varios; nada de colecciones, eso sí, no tuvo espacio mental para guardar cosas a las que mirar sin poder utilizar.
Hacia fuera todo era diferente. Fuerte, segura, robusta. Ni una lágrima, siempre sonrisas, siempre rodeada, y cuando solitaria, aparentemente completada. Estabilidad aparente, inestabilidad interior, y ya solo controlarlo es una hazaña que ni ella comprende. Sin intentarlo, como cuando al escribir unas líneas sale una canción. Como cuando al empezar un beso termina en calentón.

La fragilidad latente aparece en su soledad. Bandera blanca de paz.

1 comentario:

  1. La fragilidad y la fortaleza forman parte de uno mismo. Dejar que se comuniquen me parece que hace más llevadera la vida y más humanas a las personas.
    Un admirador.

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